Memoria y tolerancia.

El museo se encuentra en Bellas Artes por la Av. Benito Juárez, es demasiado grande y fácilmente puedes estar 3 horas en el. Al principio de este nos da una frase que se considera muy importante donde nos dice: “para que no vuelva a ocurrir un genocidio es necesario conocer nuestra historia.” Se inauguró en 1999, con el propósito de que conozcamos la historia de los peores genocidios que han ocurrió con el fin de que nos transmita la tolerancia a través de la memoria histórica.

Este museo te hará reflexionar sobre lo que puede llegar hacer el ser humano sobre otro ya sea por problemas raciales, culturales o económicos. La exposición comienza con el genocidio que hizo Hitler hacia la comunidad judía y nos cuenta un poco la historia de sobre como Hitler empezó siendo artista intentando entrar al colegio de Bellas Artes en Viena y de como al no ser aceptado, sus sueños de ser un artista profesional se derrumbaron, después aprovecho la gran crisis económica que estaba pasando Alemania para postular al partido Nazi y promoverlo.

Después fue nombrado Canciller y así comenzó el genocidio para los judíos, se dice que el odio no se debía a ninguna consecuencia política si no solamente el hecho de ser judío te condenaba a la muerte, es decir era un simple hecho racial.

El museo te muestra videos y objetos (aproximadamente más de 100) que se usaron durante la segunda guerra mundial para atacar a los judíos y de como estos primero eran separados de la sociedad en guetos para después llevarlos a los campos de concentración en donde para muchos acababa en tragedia y para otros fue su “liberación”.

Te muestra evidencias y fotos de como experimentaban con ellos y en las condiciones precarias en donde vivían dejándolos prácticamente en huesos. Algo del museo que llama muchísimo la atención fue que muestran un tren en donde los llevaban a los campos de concentración y de cómo metían a más de 100 personas en un solo vagón, haciendo básicamente que se perdiera la dignidad humana, la forma en que los torturan fue terrible.

Después en una forma mas concreta nos da un vistazo de como fue el Genocidio de Guatemala, de como violaban a las mujeres y como es que en este movimiento hubo niños de 9-15 años que se unían a las guerrillas para liberar al país. También nos habla sobre Ruanda, los tutsis y la masacre masiva que hicieron en Darfur planeado a la comunidad negra.

Para cerrar, está la sala Grandes humanistas y la sala Elige tu actitud: compromiso o indiferencia. La sala Compromiso es una invitación abierta a unirse a campañas de organizaciones de la sociedad civil (Alianza Cívica, la ONU y su agencia dedicada a los Derechos Humanos) que buscan promover estos valores. Al final de la exposición te hacen una actividad en donde te sientas, te toman una foto y te preguntan a que actividad social te gustaría ayudar, para después preguntarte tu correo electrónico y al finalizar ponen tu foto en pantallas grandes que están alrededor.

Sin duda es gran trabajo no solo artístico y cultural, si no también reflexivo y de gran peso educativo.